El área de Litoral del Ayuntamiento de Cartagena ha vuelto a sacar a licitación seis chiringuitos que faltan por adjudicar -por quedar desiertos en la primera licitación o por problemas técnicos- ubicados en la costa de la zona oeste de Cartagena y en el Mar Menor. Se trata de los lotes 16, 23, 27, 28, 31 y 36, que se encuentran en las playas de San Ginés, El Portús, Punta Brava, Los Alemanes, Levante y Poniente (estas dos últimas en Islas Menores).

Según explica la contratación de los mismos, cada lote tendrá un canon de licitación de 4.747,92 euros (no sujeto a I.V.A.) y un plazo de ejecución que comprende la temporada 2025, a contar desde la formalización de la autorización. La autorización será prorrogable anualmente hasta un máximo de tres años, correspondientes a las temporadas 2026, 2027 y 2028.

Recordemos que son 33 los lotes que han salido a licitación este año por este mismo periodo, pero muchos de ellos siguen sin estar instalados en las playas del municipio por los problemas que se han encontrado los hosteleros a la hora de lo exigido por Costas para levantar sus establecimientos.

Atrapados entre Costas y Ayuntamiento: el PSOE presenta su alternativa

Entre acusaciones cruzadas, papeleo sin resolver y normas que se interpretan como un sudoku legal, la temporada alta amenaza con escaparse por entre los dedos.  La verdad es que el problema no es nuevo. Viene de lejos. Y es que la Ley de Costas, con sus modificaciones de 2013, 2015 y 2020, dejó una puerta abierta a la planificación: los ayuntamientos podían elaborar sus propios planes de ordenación para gestionar de forma clara y estable qué se puede hacer en las playas. Pero, según denuncia el PSOE de Cartagena, ni el Gobierno regional ni el local han querido cruzar ese umbral.

El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Cartagena, Manuel Torres, ha puesto sobre la mesa una propuesta que busca precisamente eso: encauzar el uso de las playas mediante un Plan de Ordenación del Litoral del municipio, un documento técnico pero con efectos muy concretos para quienes viven del turismo y el mar. En palabras más sencillas, una especie de “mapa” que indique con claridad dónde y cómo se pueden instalar los chiringuitos, qué condiciones deben cumplir, qué servicios pueden ofrecer y bajo qué criterios se protege el entorno natural.

“El problema es que hemos perdido cinco años”, lamenta Torres en su moción que presentará este jueves en el Pleno municipal de Cartagena. Cinco veranos -con sus respectivos inviernos de incertidumbre- sin una hoja de ruta clara, sin reglas definidas que eviten los conflictos entre los hosteleros, los ayuntamientos y la Demarcación de Costas del Estado.

Lo cierto es que los hosteleros no tienen margen para esperar a que las administraciones se entiendan. Muchos están con inversiones hechas, personal contratado y dudas que no encuentran respuesta. En algunos casos, ni siquiera saben si podrán abrir en julio. “No se trata solo de negocio. Es que hay familias pendientes de esto”, apunta un empresario afectado en la zona de Mazarrón, que prefiere no dar su nombre “para no echar más leña al fuego”.

En medio de esta tormenta administrativa, la propuesta socialista intenta ser un faro. No soluciona el verano de este año, pero sí podría evitar que la historia se repita. El plan, según detalla la moción, permitiría prevenir nuevas polémicas, dar seguridad jurídica y compatibilizar los usos turísticos con la conservación del litoral.

La pelota está en el tejado del Gobierno local. ¿Tomará la iniciativa o dejará que pase otro verano más con la incertidumbre como norma? La moción será debatida en el próximo pleno del Ayuntamiento.