MURCIA. Para determinar el origen de muchos de los actuales enclaves urbanos de la Región de Murcia, hay que ir mucho más atrás de los topónimos árabes o incluso romanos. Este territorio tiene suficientes pagos húmedos, marítimos o fluviales, habitables desde los tiempos argáricos, como para suponer que, incluso antes de la oleada ibérica procedente de África, esos lugares están habitados. Lo que difícilmente ha trascendido es el nombre original de esos asentamientos.
Sabemos, o suponemos con cierta autoridad, que Mastia, acaso la actual Santa Lucía, es tartesia. A Cartagena –Biblia dixit– llegaban las naves hebreas en busca de plata para el Templo de Salomón. Los tartesios eran los iberos más cultos, que comerciaban con los primeros griegos y fenicios llegados hasta la última Hesperia. Los cartagineses fundan Qart-Hadast (la Nueva Cartago) junto a la Mastia de los tartesios pescadores. Y los romanos, Cartagonova, que luego deriva a Cartagena. Toda la antigüedad de Mastia para Cartagena. Si hablamos de Salomón, estamos hablando del siglo X antes de Cristo. Tres milenios para Cartagena.
Si nos vamos a Murcia, la Madinat Múrsiya de los árabes aparece en 825. Pero lo hace sobre un asentamiento comercial romano, en la orilla derecha del Segura, encrucijada de caminos Cartagena-Centro peninsular y Elche (Ilice)-Lorca (Eliocroca). Una encrucijada importante, sin carta de naturaleza cívica, sólo comercial. Una venta en el camino, pero con topónimo propio: Myrtia.
Así las cosas, en 823, hay una revuelta bélica de importancia en la zona, una revuelta de origen social, pobres contra ricos: yemeníes contra modaríes. Desde Cordoba, el Califa Abderramán II ordena pacificar la zona y arrasar a la que se cree ciudad culpable, Ello, y trasladar sus piedras sillares y habitantes a Myrtia, el antecedente íbero-romano de Madinat Múrsiya. Es decir, Múrsiya es directamente heredera de piedras y de gentes de Ello. Ello (o Eio) es ciudad ibera en la costera sur del Segura, entre Algezares y Los Garres.
Tanta importancia tuvo que mandaba obispo a los concilios de Toledo. Se cree que fue el refugio de los visigodos de Orihuela, cuando, a raíz de la batalla de Roncesvalles, el tratado de Todmir periclitó. Los francos iban a independizar Zaragoza del dominio cordobés. Los tudmiranos habían apostado por los del Ebro, perdedores, y no por los cordobeses, ganadores. Es el año 779. Se acabó Todmir. Surgió Ello, tan antigua como Orihuela o Mastia.
Así que Ello es Madinat Múrsiya y luego Murcia. ¿Cuál es la antigüedad de Ello, ciudad ibera? No se sabe, como la de Mastia. Cuando Ello se traslada a Myrtia-Múrsiya se lleva toda su antigüedad consigo. La actual Murcia suma la antigüedad toda de Ello. Como Cartagena toma la de Mastia. ¿Tres mil años ambas, hasta ahora? ¿Quién sabe?
Ahora bien, si por supremacía temporal se debate la preponderancia, o algo así, ahí está Totana con su formidable asentamiento argárico de La Bastida, nombre absolutamente moderno, pero con una antigüedad mínima de 4.000 o 5.000 años, contando hacia atrás desde ahora.
Así que ni Murcia, ni Cartagena: Totana.