MURCIA. Avanza con paso firme en Roland Garros. Carlos Alcaraz Garfia se impuso al húngaro Fabian Marozsan por 6-1, 4-6, 6-1 y 6-2 en 2 horas y 9 minutos de un partido en el que, aunque tuvo un bajón en el segundo set, mostró solidez y soltura para acceder a la tercera ronda, en la que se enfrentará este viernes al bosnio Damir Dzumhur, contra el que nunca ha jugado.

Era su tercer choque ante Marozsan, de 25 años y número 56 del mundo, y ese cara a cara estaba igualado, ya no. El español había vencido por un doble 6-3 en los octavos de final del Masters 1.000 de Indian Wells el pasado año y había caído por 3-6 y 6-7 (4) en la tercera ronda del de Roma.

Este nuevo encuentro se disputó en la pista Philippe Chatrier, la central del complejo parisino y bajo techo por la lluvia que caía sobre la capital francesa, después de haber comenzado la defensa del título conquistado el pasado año en la Suzanne Lenglen con victoria frente al italiano Giulio Zeppieri por 6-3, 6-4 y 6-2. El murciano, recién pelado y afeitado, impuso su ley desde el comienzo y el primer set, que se llevó en 28 minutos, lo dominó de cabo a rabo. El 4-0 de salida, con dos break en las dos primeras opciones que se le presentaron, ya fue toda una declaración de intenciones.

Carlos quería la victoria y la quería rápido. No aflojó y, aunque el magiar estrenó su cuenta en el quinto juego, el set caería de su lado de forma muy clara y culminando con una subida a la red y dejada.

El partido, no obstante, se iba a torcer en el arranque de la segunda manga. Marozsan aprovechó su primera opción de quiebre para empezarla con 0-1 y luego, echando la bola al aire, estableció el 0-2 levantando un 0-30 y una ventaja de CA. El de Budapest, que había elevado claramente el nivel de su tenis, fue a por más y rozó el 0-3 -tuvo un 30-40-. El de El Palmar aguantó entonces para llegar al 1-2. A partir de entonces, el pupilo de Juan Carlos Ferrero y Samuel López apretó pero no lo suficiente. 

Tuvo una posibilidad de ruptura para empatar a 2, otras tres para establecer el 3-3 y un 0-30 que le hizo pensar en igualar a 4. Sin embargo, no supo cerrar esas situaciones favorables y su rival fue progresando para llevarse el set con el 6-4 después de 47 minutos.

El encuentro se iba al tercer set con equilibrio y ahí el murciano volvió a recuperar el tono y, esta vez sí, materializó lo que generó al resto. Tres juegos seguidos le devolvieron plenamente la confianza y sus carreras sobre la tierra batida de la Philippe Chatrier tuvieron recompensa, también sus grandes golpes. El que a sus 22 años es el número 2 del mundo sumó su segundo servicio en blanco de la tarde y no aflojó para mantener la ventaja adquirida (4-1).

Un nuevo juego en blanco, éste conseguido al resto, casi sentenció el set y el 6-1 lo obtuvo el español en apenas 24 minutos. 

En el cuarto parcial cada tenista comenzó llevándose su servicio con la iniciativa del húngaro al ser el primero en poner la pelota en juego. Sin embargo, Alcaraz no tardó en dar un paso más al frente y, con su habitual determinación, se anotó el break (2-1). Lo siguiente tenía que ser confirmar la ruptura pero CA se enredó y FM se lo hizo pagar para empatar el tanteo.

Hasta ahí pareció decir el palmareño, que se sobrespuso de inmediato y el contrabreak le hizo mandar de nuevo. Ya no perdería el control de la situación pues, dejando a su oponente otra vez sin puntuar, llegó al 4-2 y continuó acelerando para, con cuatro juegos seguidos, certificar su acceso a la tercera ronda con el 6-2 tras media hora más de un encuentro en el que sumó 121 puntos por los 84 de Marozsan.

Carlos, quien acabó sonriendo y hasta cantando para el público, se enfrentará ya en la pelea por acceder a los octavos de final en París a Dzumhur, veterano jugador de 33 años y que ocupa el puesto 69 el ranking ATP -su tope es el 23 al que llegó en julio de 2018-. El de Sarajevo viene de imponerse al francés Giovanni Mpetshi Perricard por 7-6 (4), 6-3, 4-6 y 6-4.