MURCIA. El pequeño comercio de Murcia encara la temporada de verano con buenas expectativas, impulsado por un mes de mayo especialmente positivo. El aumento de las temperaturas, el inicio del cambio de armario y la llegada progresiva de turistas han reactivado el consumo, generando un clima de optimismo entre los comerciantes de la ciudad.
Calles como Trapería se están beneficiando especialmente del aluvión de turistas extranjeros que visitan la ciudad con la llega del buen tiempo. "El aumento de las ventas se ha notado desde mayo, principalmente porque con la nueva colección compran sandalias y productos de verano", explican desde un comercio de calzados.
“Hay mucho movimiento por las tardes, principalmente cuando baja el calor, y eso siempre es una buena señal para las ventas. Confiamos en que las cifras sean positivas”, señala Antonio García, presidente de la Asociación de Comerciantes de Santa Eulalia. Esta percepción se repite entre varios negocios de la ciudad, donde el repunte del consumo ya es evidente.
A pesar de que los fines de semana, con la subida de las temperaturas, muchos murcianos optan por salir de la ciudad, el centro mantiene una actividad constante durante la semana. La presencia de turistas extranjeros está contribuyendo notablemente a ese movimiento, convirtiéndose en un factor clave para sostener las ventas en este periodo.
Desde la tienda Yokono confirman esta tendencia: “Todo apunta a que va a ir igual de bien que en mayo, tanto en junio como en julio. El cambio de armario siempre incentiva a comprar, y además se nota que hay mucha gente de fuera que viene a visitar la ciudad y siempre acaban comprando algo”.
"La situación está lejos de ser positiva"
Aunque el clima general en el comercio del centro es de optimismo, no todos comparten la misma percepción. Algunos negocios muestran preocupación por las dificultades que aún enfrenta el sector y advierten de un posible deterioro si no se toman medidas.
Desde la tienda Simona Blu, por ejemplo, aseguran que la situación está lejos de ser positiva. “Debería ayudarse más al comercio, si no vamos a ir cerrando todos. Solo quedarán bares y se reducirá todo lo demás”, afirman con contundencia. Señalan además que el plan de movilidad urbana ha generado nuevos obstáculos, sobre todo en lo que respecta al acceso y al aparcamiento: “No se puede aparcar, y ese es uno de los problemas, pero hay muchos más que habría que arreglar”.
Esta visión más crítica refleja que no todos los comercios viven la misma realidad. Aunque muchos están teniendo buenos resultados, todavía hay problemas importantes que siguen sin resolverse y que podrían llevar al cierre de más negocios si no se toman medidas de apoyo efectivas.