La Dirección de Gestión Económica de la Jefatura de Apoyo Logístico de la Armada ha adjudicado un contrato de 2,5 millones de euros a la empresa alemana Atlas Elektronik GmbH para el sostenimiento integral de los torpedos pesados DM2 A4 / SeaHake mod 4 y sus equipos asociados, utilizados por los submarinos de la serie S-80.
El contrato, que se ha tramitado por procedimiento negociado sin publicidad y se formaliza como contrato basado en un acuerdo marco, tiene como lugar de ejecución la ciudad de Bremen (Alemania), sede de la compañía adjudicataria. El objeto concreto es el denominado "CNXID - 6º CBAM 2004-21", enmarcado en un expediente más amplio de actividades de sostenimiento para este tipo de armamento.
La Armada no ha recibido financiación europea para esta actuación, y solo una empresa presentó oferta, que ha resultado adjudicataria por el importe íntegro del presupuesto base: 2,5 millones de euros, sin impuestos.
El contrato se inscribe en la necesidad del Ministerio de Defensa por garantizar la operatividad plena de los sistemas de armas embarcados en los nuevos submarinos S-80, cuya entrada en servicio se encuentra en fase progresiva tras la entrega del S-81 Isaac Peral. Los torpedos DM2 A4, fabricados por Atlas Elektronik, constituyen uno de los principales elementos ofensivos de esta nueva clase de sumergibles construida en Navantia Cartagena.
Disparado desde los seis tubos lanzatorpedos
Uno de los principales sistemas de armamento del submarino S-80 de la Armada española es el torpedo pesado DM2A4, que se disparará desde los seis tubos lanzatorpedos de 533 milímetros integrados en el buque. Para su operación, el submarino empleará un sistema de gestión de armas desarrollado por la compañía estadounidense Lockheed Martin.
El DM2A4, desarrollado por la empresa alemana Atlas Elektronik, fue originalmente diseñado para los submarinos de la clase 212 de la Marina Alemana. Su rasgo más innovador es el uso de un cable de fibra óptica como enlace con el submarino, lo que permite una transmisión de datos mucho más rápida y precisa para el control del torpedo durante su trayecto hacia el blanco.
Con un alcance que puede llegar hasta los 50 kilómetros, el torpedo está impulsado por un conjunto de cuatro baterías eléctricas. Estas se caracterizan por su activación diferida: permanecen inactivas hasta el momento de su utilización, lo que prolonga su vida útil y aumenta la seguridad en su manejo. Encapsuladas para resistir el entorno marino, estas baterías evitan riesgos de encendido accidental al entrar en contacto con el agua. Para prácticas y pruebas, el sistema admite baterías de litio-ion o de plata-zinc, según los requisitos operativos.