MURCIA. Cantantes de copla, música ligera, compañías de variedades y teatro convencional (que en muchos casos eran comedias de enredo). Esto era lo que veían los murcianos en el Teatro Romea en la década de los cincuenta, en una época de posguerra donde no solo primaba las preferencias del público, ya que cualquier espectáculo tenía que ser tolerado primeramente por la censura franquista. Para saber qué géneros eran los más demandados por entonces, cuáles eran los artistas más contratados de la época o de qué trataban las obras más vistas nada mejor que echarle un vistazo al fondo documental de la Empresa de Enrique Vidal y Julián Cuenca -que gestionó el Romea-, que ha sido descrito y puesto a disposición para su consulta y reproducción por el Archivo General de la Región de Murcia (AGRM).

Gracias a estos documentos, fechados entre 1947 y 1951, se conoce toda la actividad que tuvo lugar en el histórico teatro murciano durante estos años. Se puede constatar que una jovencísima Lola Flores actuó con Manolo Caracol tres días seguidos (26, 27 y 28 de noviembre) en 1949, con "su magnífico espectáculo, fantasía lírica popular española en dos actos", todo "un éxito apoteósico". Que el recientemente fallecido Mariano Ozores (que tuvo actuaciones frecuentes) protagonizó con Luisa Puchol la comedia El muerto de risa, "una farsa póstuma en dos actos". O que el mismísimo Antonio Machín, "el coloso de la canción moderna", presentó en 1950 "su gran espectáculo internacional arrevistado". 

El Archivo Regional ha informado de que este interesante fondo documental está formado por una veintena de carpetas y libros, además de cartelería. Destaca principalmente, todo lo relacionado con la programación artística del Teatro Romea, como es la correspondencia con compañías y representantes, contratos de artistas, cotizaciones de los elencos (que permiten saber qué actores y artistas actuaron cada día), así como programas de mano y carteles de las diversas actuaciones.

También llama la atención todo lo concerniente a la gestión administrativa interna del teatro: estatutos de la empresa, nóminas y seguros sociales de su personal (taquilleras, porteros, maquinistas, electricistas, acomodadores, guardarropas…), régimen disciplinario, censura de espectáculos, etc. y con la gestión económica (facturas, contabilidad…).

No faltan en esta vasta documentación nombres ilustres del espectáculo musical de la época como, además de los ya mencionados, Juanito Valderrama, Juanita Reina, Jorge Negrete, El Príncipe Gitano, Pepe Blanco, el barítono Marcos Redondo o Irma Vila, y estrellas del teatro como María Fernanda Ladrón de Guevara, Ismael Merlo, Mari Carmen Prendes, Irene López Heredia, Alejandro Ulloa, Pepe Romeu, los hermanos Ozores o Carmen Morell, entre otros.

Tampoco faltaban en esta programación de los cincuenta espectáculos de magia, ilusionistas, ópeza, zarzuela o artistas de revista. Uno de los números se llamaba Música y mujeres, del que se destaca que es "un espectáculo al estilo vienés", con "una lujosa presentación" y "cinco años de éxito". Por poner un ejemplo, de los muchos éxitos de la época que gustaban... y eran tolerados.