MURCIA. La ciudad de Murcia ha sumado dos nuevos murales de arte urbano a sus calles, que en este caso llaman a una reflexión contra el acoso en las aulas. La concejal de Educación y Atención a la Ciudadanía, Belén López, ha inaugurado esta nueva creación artística, a cargo de Pedro Noguera, conocido como Pigüo, profesor de artes plásticas del IES José Planes, que ya lucen en dos de las puertas de acceso al IES Miguel Espinosa.

La edil de Educación ha recordado que se trata de una de las actividades del II Encuentro de Intercentros contra el Acoso Escolar, en las que están participando más de 1.200 alumnos de 25 centros educativos del municipio a través de los Talleres 'Mejor sin violencia', un Cinefórum, Clubes de Lectura, y este Taller de Grafiti realizado junto con la la Oficina del Grafiti de la Concejalía de Fomento y Patrimonio, que lidera Rebeca Pérez, en colaboración con PreZero.

Según Belén López "estos murales son otra herramienta para abordar el problema del acoso, y sensibilizar a los alumnos sobre la importancia de una buena convivencia en las aulas, para que sean capaces de empatizar con aquellos compañeros que lo padecen."

Reflexiones de los alumnos

"Lo peor de todo no es que te hagan sentir Invisible, si no que tú mismo empieces a creer que lo eres" es una de las frases del libro "Invisible" que alumnos participantes en los Club de Lectura sobre la obra de Eloy Moreno han querido destacar, y que recoge uno de los dos grafitis que hoy ha finalizado el artista Pigüo, en un acto al que han asistido también alumnos del IES Miguel Espinosa, y que han formado parte de estos clubes desarrollados en las Bibliotecas Municipales.

Las dos nuevas creaciones ya lucen en el exterior del centro educativo, para que murcianos y visitantes puedan disfrutar y reflexionar sobre el mensaje que se lanza contra el acoso escolar. En concreto se han pintado en dos de las puertas de metal de acceso al IES, con unas dimensiones de 5x2 metros y 3x2 metros.

En la puerta principal de entrada el mural refleja a una chica de espaldas con la mochila entreabierta, dejando que hojas de libreta y láminas con dibujos vuelen y aligeren su peso. Son reflexiones y pensamientos que necesitan ser vistos y escuchados, tal y como ha explicado su autor.

En la puerta lateral, el mural recoge la figura del protagonista de la novela que sufre el acoso, mientras que es observado por el dragón que le da la fuerza. También la luz de Luna, que representa la hermana del protagonista, alumbra su figura con luz azulada que simboliza escucha atenta y calmada.